III
Con los ojos sellados, vesperal,
ante los candelabros relucientes
de sábado, mi madre. La penumbra
lisonjea sus cuerdas. Desfallece
la hora entre las velas encendidas.
Los muertos se sacuden – fiebre –: huestes
de fiesta, sin piedad, cual candelabros,
peregrinan espejos. Desde el viernes,
avara , la agonía. En los cristales,
atolondrado de fragor, el sol,
filacteria de adiós, cree soñar.
La casa es un sollozo. El horizonte
cruza la casa: rostro del crepúsculo
ido entre lo jamás y lo jamás.
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Nivel materno:
1 Simultaneidad de antagonistas: “dos”i: convivencia de vigilia y sueño: el sueño en la vigilia: vigilia que sueña: dormir en vigilia: soñar despierto. La oración de la madre encauza a los huéspedes del sueño a la comarca de la vigilia: el poeta, a través de su madre, despereza lo que duerme en la casa – él – a que el pasado se acerca. Mi madre, más “yo” que “yo”, se esfuerza en “traer”ii a sus – mis – muertos al a-hora. Principio y final: etapas del preñado comienzoiii.
2 En el crepúsculo de un viernes – en el nacimiento de un schabat –, mi madre – que lo dio a luz (dándole luz) –, ante los candelabros relucientes, se cubre los ojos “cerrados” – los sobre“cierra” – con las palmasiv. El crepúsculo, conmovido, lisonjea – estremece suavemente – las cuerdas del arpa celestial. Los dedos de la penumbra – mi madre – lisonjean sus cuerdas – acaricia a sus muertos –. (Sus: “de” los ojos, “de” los candelabros, “del” sábado, “de” mi madre, “de” la penumbra).
3 …vesperal: crepuscular anunciación – víspera y oración – del sábado: pórtico sacro.
4 … vesperal / … / …mi madre: cobijo de potente e impotente estelar invisibilidad visible: luz que aguarda – v[espera]l – .
5 Con el “menguar” del día, las velas encendidas brillan másv. Entre las flamas de las velas y del crepúsculo, la realidad inmediata y la luz de la realidad inmediata casi se extinguen – desfallecen – y casi fallecen – des-fallecen: no fallecen –. El a-hora casi se apaga – desfallece la hora: desfallece el ahora – y casi no se apaga – desfallece –.
6 Irrumpiendo en el aula del tiempo, mi madre plañe por sus difuntos: con clamorosa fiebre los sacude – los d-espeja –: en campaña, sin piedad, contra la muertevi (¿piedad por quien, sin piedad, aniquila?), caudillos, se alzan, victoriosos, para juntar y construir, no para dispersar y socavar. Los candelabros, cada viernes, se multiplicanvii (en espejos enfrentadosviii), peregrinando hacia la madre.
7 Los muertos – viernes – viven – schabat –: reflejos en agonía: el dolor del irrecusable tajo sobreviveix.
8 Compenetración: simbiosis trascendente: la madre – el sol del hogar – y el sol – el fragoroso fulgor materno –, en oración: equivalentes ruegos.
9 El sol que zozobra: filacteria de adiós (filacteria: inscrita “envoltura” durante el rezo hebreo: orar: amuleto: protección): la oración del crepúsculo y el recuerdo de que todo emigrax.
10 El sol, en los cristales de ambas circunstancias – la interna y la externa –, atolondrado de fragor: la madre, los muertos que se sacuden, el arrebol de los zagueros hálitos del día, in-cande-scentes, en conmoción, dentro de la “aparente”xi calma del crepúsculo.
11 Al invocar a sus difuntos, para que protejan a su familia –lenidad del por“venir” –, la madre, sumida en el fragor, es la gleba de la gavilla de vivos y muertos. Ella “envuelve”xii, con su afecto, incluso al sol: casero rapaz, el sol descansa en ella. El sol cree que ha llegado a casa.
12 En-candil-ado, el sol, a-luci-nado por la devoción de su madre, cree soñar.
13 Los cuartetos y el primer terceto se integran en el segundo terceto: la casa es un sollozo: los maternos ojos sellados, los muertos, la rojez del crepúsculo y las velas encendidas se estrechan en la agonía de un sollozo – sol-lozo – de rencuentro y escisión.
14 La madre, que ha arrancado los barrotes del calabozo del tiempo, a-hora lidia contra el espacio, que también coerce su propósito de guiar a sus muertos al presentexiii. Tan erizado el dolor, que el horizonte inter“viene” para aplacar el sollozo. La distancia, con piedad, cruza la casa: ¡la lejanía se aproxima!: se disipa la barrera del espacio. Pero la esencia de la distancia – el horizonte – torna a su índole: al acompañar a la madre – soplo de concordia –, el horizonte y el sol ya están despidiéndose: “dos”xiv oscuridades –la del tiempo y la del espacio – a“traen”xv el sol hacia la sima de la noche: el rostro del crepúsculo entre lo jamás “y” lo jamás: el cuerpo del crepúsculo, el rostro hacia la madre, se hunde en el “mar” de la noche y, con morro de triste volcán, exhala adiós.
15 El tiempo es a los candelabros encendidos y al reflejo de ellos, lo que el rostroxvi del crepúsculo es al presente y al pasado: los candelabros encendidos entre espejos, y el rostro del crepúsculo entre lo jamás y lo jamás. El a-hora se sumerge en – se va hacia – el pasadoxvii y el futuro; el rostro del crepúsculo reverbera diurna y nocturnamente.
16 El multiverso – el sol, el horizonte, la casa – fruye, no importa cuán efímeramente, de la merced de mi madre – multiversal madre de sí misma –. Mi madre, ecuánime y protectoraxviii deidad hambrienta de amparoxix, cicatriza todo, con su adormecedor valeroso schhhhh: ella – Ella –, visible madre de lo visible “y” lo invisible, es el Schabat.
Nivel de Cristo:
17 El Sábado – Schabat –, corolario del día – noche – del asesinato del Mesías. El Hijo observa el dolor inmaculado – Mi madre –.
18 María en penumbra – en la oscuridad de la penumbraxx –: la luz vital se ha ido.
19 Ella evoca – invoca axxi – la Crucifixión y desfallece: Viernes – viernes –: en la Pasión, ante la hueste homicida – “gente” nonata: inauténtico reflejoxxii caliginosamente afiebrado –.
20 Desde ese viernes, agonía.
21 El sol, que asistió (inocentexxiii aportadora asistenciaxxiv culpable) a la Crucifixión, recuerda el fragor – el crúor, el temblor de la Tierra y el Cielo –, cuando Él – la luz genuina – se fue sin ir-se. Como la madre, el sol descree lo presenciado: cree, “crist”almente, soñar.
22 La madre irrumpe en el Sábado del a-hora. La casa –la Tierra – solloza, porque Cristo se ha ido. Pero Cristo – el horizonte –, desde “la frontera”xxv entre el mundo divino y el mundo humano, cruzaxxvi, con Su Cruz, la casa. Distancia es a lejanía como Cristo es altruismo. Con-sol-ándola y con-sol-ándose –Hijo pasajero en su regazoxxvii –, Él acompaña – cruza – a Su madre (aunque Mar-íaxxviii jamás lo – lo jamás – perderá) durante el pavoroso luto por Su “aparente”xxix muerte. Él, a-hora, de ambos mundos: madremente en penumbra – entre el haberse ido “y” jamás haberse ido –, en agonía perpetua.
NOTAS
i V. Ontogenia: pf. 29 (Moverse…..ninguna.) [dos].
ii V. Aguacibera: pfs. 3, 6 (Entre los….. mi infancia.) [traer].
iii V. Ontogenia: pf. 30 (La creación…..liberación) [comienzo].
iv V. lo opuesto: Rapsodia: pf. 17 (“Cerrar” las…..“abrirlos” [cerrar].
v V. Rapsodia: pf. 15 [menguar].
vi V. Nicho: pf. 13 (Hemos soportado…..guerra.) [guerra].
vii V. Aguacibera: pf. 8 [multiplicar].
viii V. Aguacibera: pf. 37 (El poeta…..enfrentan.) [espejos enfrentados].
ix V. Rapsodia: pf. 24 (A menudo…..sobrevivir.) [sobrevivir].
x V. El desahucio: pf. 22 (“Esta” salida…..especial multiverso temporal –); Rapsodia: pf. 9 (En lo referente…..no la tiene.) [fugaz, fugitivo].
xi V. i. pf. 22 [aparente].
xii V. s. pf. 9 [envolver].
xiii V. Nicho: pf. 13 (Nuestro amor…..eternidad –.) [arrancar los barrotes].
xvi V. Ontogenia: pf. 6 [rostro].
xvii V. El desahucio: pf. 17; Rapsodia: pf. 20 [presente, pasado].
xviii V. s. pf. 11; Nicho: pfs. 7 (Tú protección…..“ida”-y-“regreso”.), 8 (¡Retoño…..protectora!), 9, 13 (¿Trascendiendo…..no protegernos?) [protección].
xix V. Rapsodia: pfs. 5, 17 (Fatalmente…..estar viva”) [amparo].
xx V. Ontogenia: pf. 11 (¿Luz en…..en oscuridad.) [penumbra].
xxi V. s. pf. 11 [invocar].
xxii V. s. pfs. 7, 15 [reflejo].
xxiii V. Rapsodia: pf. 12 [inocencia, culpabilidad].
xxiv V. Noailles: pf. 5 (Ella…..de “ayer”.) [aportadora asistencia].
xxv V. La frontera [frontera].
xxvi V. Nicho: pf. 8 (“Regreso”…..tu cuerpo.) [regresar].
xxvii V. Aguacibera: pf. 20; Nicho: pfs. 8 (El jol…..de tu cuerpo.), 9 (El hijo…..laborioso.) [regazo].
xxviii V. s. pf. 14 (Pero la esencia…..exhala adiós.) [mar].
xxix V. s. pf. 10; Cuando: pf. 6 (La verticalidad…..aparente.) [aparente].
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