Cortejo y Epinicio.
Santiago: Cruz del Sur, 1949.

 

 

SARCASMO


XXIII

ODA HEROICA

 

¡Qué vida miserable, qué resplandor de hoguera,
nos une y nos desune como a dos llamas lentas!
Pedimos se taladre el borbor de la aldea,
pero nuestros vecinos ostentan algas necias:
como si algo valiera que repugnara pulpos
quien tiene entre sus vísceras los hábitos enjutos,
y sobre el oratorio, viscoso de tan mustio,
pusiera atormentado su cerebro sin rumbo:
sin un trozo de Dios, queriendo ser planeta.
¡Qué carnal cáliz ebrio, qué resplandor de hoguera!

Hados, bellos semblantes, secreta hipocresía,
embadurnando, a gatas, tu castidad benigna:
de aquella muchedumbre los labios se engranitan
de hastío de dulzura y piedad de mentira.
Ese exilio nos diste, gustador del aciago
baldón. Y ya ascendemos, tremantes, a tus tallos,
hostigados de cólera, sin plegarias, con dardos:
en la corrupta calma, montañas al asalto.
Incendaja de esclavos amenaza tus puertas.
Guerra altiplanicie. ¡Qué resplandor de hoguera!

David Rosenmann-Taub. Cortejo y epinicio.
Santiago de Chile: Cruz del Sur, 1949, p. 66.